El estilo de vida acelerado, los cambios de temperatura, la falta de humedad ambiental, el estrés entre otros factores puede traducirse en una deshidratación de la piel. La falta de agua en el organismo hace que se presente una piel seca, llegando a generar otros problemas como sensibilidad.
Una rutina facial diaria para el mantenimiento del pH natural es esencial, pero a veces el desconocimiento profundo de nuestro tipo de piel hace que no la atengamos como es debido, utilizando productos que no se ajustan a nuestra dermis.
Es por ello, que en TAMINA Estética Avanzada, mediante un diagnóstico individualizado determinamos el tratamiento que mejor cubre las exigencias de cada piel. Devolver la luminosidad a tu rostro dependerá de la eficaz eliminación de las impurezas presentes en la misma, para, a continuación, poder hidratarla desde dentro hacia fuera.