La higiene facial es un proceso de limpieza, oxigenación e hidratación de la piel. Eliminamos impurezas y células muertas, desintoxicando el organismo. Añadimos el principio activo más conveniente para hidratar, iluminar la piel o incluso para prevenir el envejecimiento. Se recomienda hacerse una limpieza facial profunda cada 2 meses, o como mínimo en cada cambio de estación. ¿Quieres saber qué higiene facial profunda es la tuya?.

El acné es una alteración de la piel que aparece con la obstrucción de los folículos, causando una inflamación. Es más normal durante la adolescencia pero el acné adulto también puede padecerse. La mayoría de casos devienen por alteraciones hormonales, estrés, mal cuidado de la piel o hábitos poco saludables. Las glándulas sebáceas producen grasa que acaban obstruyendo los poros. Estas lesiones pueden convertirse en granos, espinillas negras y quistes.

En Tamina evaluamos la zona afectada para pautar el tratamiento para el acné más idóneo, totalmente personalizado y adaptable según la evolución de tu piel, con el objetivo de regular el sebo, difuminar los poros dilatadores o reducir el brillo. También podemos tratar una piel con cicatrices producidas por el acné para unificar su tono. Para ello realizamos una combinación de técnicas manuales con aparatología avanzada.

La aparición de manchas en la piel puede hacerse más notable por el paso de los años ya que la capacidad de regeneración disminuye, pero la exposición solar, alteraciones hormonales y ciertos tratamientos dermatológicos también pueden pigmentar la dermis.

En Tamina diagnosticamos el tipo o tipos de manchas que puedes tener en la piel, y pautamos un plan de tratamientos 100% personalizados para ir tratándola. Combinamos técnicas manuales con aparatología de alta calidad para conseguir despigmentar la mancha y unificar el tono de la piel.

Los tratamientos antiedad o antiaging son la solución para prevenir o tratar los signos de la edad como arrugas o líneas de expresión en rostro, cuello y escote. Se producen como ciclo natural de la vida, pero también pueden acrecentarse por otros factores como la mala alimentación, falta de sueño, estrés crónico, exposición excesiva al sol o el tabaco. Es a partir de los 30 años cuando suelen evidenciarse los primeros síntomas, por ello los tratamientos para prevenir el envejecimiento de la piel son tan importantes como aquellos para tratarlos.

Cada rostro es diferente, por ello nuestro equipo experto analiza al detalle cada piel para pautar el plan de tratamientos más efectivo para sus necesidades. Combinamos técnicas manuales con aparatología avanzada.

El paso del tiempo no perdona; la piel pierde elastina y colágeno, creando flacidez y perdiendo su elasticidad. Un estilo de vida sedentario o la mala alimentación también acrecentan el problema.

Estudiamos cada caso de manera personalizada, pautando el protocolo idóneo para recuperar la elasticidad de cada piel. Combinamos técnicas manuales con aparatología avanzada para trabajar los distintos niveles de la piel. Los tratamientos reafirmantes combinan técnicas manuales con aparatología avanzada.

Tratamientos cuya misión es la regeneración celular, recuperando o potenciando la luminosidad de la piel. Para ello se eliminan las impurezas de la piel y la hidratamos desde dentro para que los resultados se vean en el exterior.

El primer paso es un diagnóstico personalizado para ver las necesidades globales de tu piel y a continuación pautar los tratamientos recomendados, trabajando con tanto con técnicas manuales, como son los tratamientos faciales personalizados y antioxidantes, con aparatología avanzada para conseguir penetrar en las capas más profundas de la piel.